El día que por fin decidí el destino de mi viaje de verano que fue Manhattan, ese día me encontré al chico de la universidad el rubio de ojos azules alto que siempre llevaba consigo su música en sus cascos, que me había llamado la atención. Sin darme cuenta cuando pensaba todo lo que tenía que preparan para las vacaciones me choqué con él. Al instante dije:
- Perdona; iba pensando en mis cosas y no me he dado cuenta.
- Tranquila no pasa nada.- Dijo él y me miró. - Aiba eres tú la chica de la universidad.
- Sí nos hemos cruzado un par de ocaciones. Por cierto me llamo Estrella ¿y tú? -Le dije
- Yo soy Dani encantado. - Respondió él y me dio dos besos.
- Un placer conocerte.- Afirmé
- Y bueno aunque no sepa casi nada de ti, ¿qué tal tu vida?. - Preguntó
- Todo me va bien la verdad, ¿y tú qué?- Le respondí.
- Yo bien quedan escasos días para el verano y estoy buscando un lugar para visitar ¿y tú qué planes tienes?- Se interesó.
- Es una coincidencia yo ya he decidido que viajaré a Manhattan este verano e iba pensando en todo lo que tenía que preparar.- Le dije yo.
- ¡Que guay!, a mi me encantaría salir del país pero creo que este año iré otra vez más a Guadamar al chalet que tiene mi tía.- Dijo en un tono aburrido.
- Ay pobrecito se ve que estás cansado de ir alli. ¿Te parece que vayamos al bar de aquí al lado para seguir hablando?- Le propuse.
- Me parece un plan perfecto, pero me he traído el coche así que vayamos al restaurante italiano de las afueras, ¿lo conoces?- Respondió él.
- ¡Claro que sí!, voy allí siempre que el tiempo me lo permite.